Así es la tortuga láud, la tortuga más grande del mundo
La tortuga laúd es la tortuga más grande que existe en la Tierra, y presenta características de lo más peculiares. Su caparazón es ligeramente flexible y, a diferencia del resto de tortugas, su piel gruesa se compone de siete crestas longitudinales en lugar de placas óseas. En la edad adulta puede alcanzar 600 kilos y el ejemplar más pesado del que se tienen registros es un macho de 916 kilos.
Características de la tortuga laúd
En lo que respecta a su hábitat, la tortuga láud se puede encontrar en todos los océanos del mundo, desde las regiones tropicales a las sub-polares. Las principales poblaciones se encuentran en Chile, Nueva Zelanda, Islandia, Canadá y Noruega.
Acerca de su alimentación, la tortuga láud se alimenta principalmente de medusas, aunque también puede cazar erizos de mar, calamares, peces y crustáceos. Come una gran cantidad de medusas al día, hasta el punto de llegar a ingerir su propio peso.
La tortuga láud sólo se aparea cada tres o cada cuatro años. Algo muy curioso sobre esta especie es que las hembras depositan sus huevos en la misma playa donde nacieron ellas, aunque para ésto tengan que recorrer miles de kilómetros.
Pueden desovar hasta 100 huevos en una sola puesta, aunque sólo 70 son fértiles. Los 30 restaurantes sirven de protección para los que sí van a eclosonar.
Las hembras cubren los huevos con arena y, del mismo modo que ocurre en los demás reptiles, el género de las crías viene determinado por la temperatura ambiente del nido. El periodo de incubación es de 60 días, tras los cuales las crías rompen el cáscaron.
Puede realizar viajes de varios miles de kilómetros guiada por el campo magnético. Cada año abandona las regiones sub-polares para poner rumbo al trópico siguiendo las corrientes del golfo. No hay datos sobre la esperanza de vida de la tortuga laúd en estad salvaje, aunque en cautiverio puede vivir tres décadas.
Esta tortuga se encuentra en peligro crítico de extinción. Se encuentra en la Lista Roja de la IUCN en 2002 y los científicos calculan que la población mundial se ha reducido en un 78% en los últimos 14 años. Las principales amenazas a las que se enfrenta son: destrucción de su hábitat, pesca y recolección de huevos.
Los humanos tienen mucho que ver con la reducción de su población. Algunas personas recolectan los huevos, contaminan las playas de anidación… Además, cuando las crías llegan al agua suelen ser presas de tiburones y orcas.
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